Miles de grullas en la Laguna de Gallocanta. Paisaje inimaginable entre la provincia de Zaragoza y la provincia de Huesca. Un lugar que hasta hace poco ha pasado sin el interés que se merece.
Las saladas son lagunas estacionales que se deben a la afluencia de aguas de un territorio hacia el interior de éste sin conexión con la red fluvial o el mar. El agua se acumula y almacena temporalmente pero termina evaporándose. Son espacios con una alta concentración de sales, lo que genera comunidades muy especializadas tanto vegetales como animales, así como también da cobijo a aves migratorias. Entre las aves acuáticas más abundantes en estos paisajes acuáticos destaca el pato rojo, declarado por la organización SEO Bird Life como ave del año 2008: símbolo de las aves acuáticas españolas y los humedales. Son saladas la Laguna de Gallocanta o la Salada de Chiprana, ambas en la comunidad aragonesa.
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